Google Drive posee varias oportunidades
para la docencia. Una de ellas es su utilidad para trabajar colaborativamente
en un solo documento. Google Docs centraliza en la nube la actividad de edición
y de aportes a un documento, sin tener que estar produciendo tantas versiones del
documento como editores del mismo hay. Otra gran oportunidad con Google Drive es
la opción de crear formularios. Esta facilidad resulta de mucha importancia en
el sentido de que el docente puede realizar preguntas a los estudiantes sobre
la temática de estudio, o los estudiantes pueden usar formularios de Google
para diseñar encuestas que pueden utilizar en sus trabajos de investigación y
en su Tesis. Los resultados de las encuestas se pueden almacenar en hojas de
cálculo, lo cual facilita un posterior análisis estadístico de los datos
obtenidos.
En general, Google Drive nos brinda
la seguridad de crear y almacenar documentos en la nube, y la facilidad de compartirlos
para que otras personas los puedan visualizar y/o editar. Sin embargo, más allá
de las oportunidades de Google Drive para la docencia, existen ciertos aspectos
que pueden ser considerados amenazas para la privacidad y para el adecuado
flujo de la información del aprendizaje.
Sobre la problemática de la
privacidad, es necesario comentar que Google Drive es un servicio gratuito en
principio, pero sin embargo tiene un costo: Google tiene la capacidad de identificar
y analizar nuestro comportamiento cuando usamos sus servicios, incluyendo
Google Drive. Es decir, si por ejemplo escribes mucho en Google Docs sobre automovilismo,
es probable que en YouTube y otros servicios te aparezca información sobre
automovilismo. En otras palabras, el costo de usar servicios gratuitos de Google
es el de brindar nuestra información expresada en preferencias por un determinado
tema. Al momento, no podemos saber claramente a que otras empresas pueda vender
Google la información que bridamos.
Una segunda problemática es sobre
la dinámica para acceder y colaborar en la elaboración de un documento. Se
puede decidir si un documento se comparte públicamente a toda la red, o a un
grupo de personas. ¿Pero qué pasa si un documento es compartido a un grupo de
40 estudiantes para que cada uno de ellos puedan aportar al mismo? ¿Podrían
generarse conflictos en el desarrollo del documento? La tarea de validar y filtrar los aportes a un
documento por parte de un grupo grande de personas puede volverse un trabajo
que no es eficiente.
Estas son algunas visiones
críticas sobre el uso de Google Drive en la docencia. ¿Qué perspectivas tienen
ustedes sobre el uso de este tipo de herramientas en el proceso de aprendizaje?